Cinco días de cura con uvas

En cada una de las tres comidas principales se to­marán 250 gramos de uvas de mesa frescas. Masticar bien las uvas; sobre todo, desmenuzar bien la piel con los dientes y no tragar las pepitas grandes. El zumo de uvas se beberá cuando se trate de conseguir un rápido aporte energético para compensar un bajón de la ca pacidad física: con el segundo desayuno, a la tarde (a la hora habitual del café o del té), y al caer la tarde. Para que el zumo de uvas no tenga un sabor excesiva mente dulce y pueda generar sensación de hambre, y al mismo tiempo para aumentar la cantidad de líquido ingerido, los 100 mililitros de zumo de uva se diluyen a partes iguales con agua mineral sin sodio. Esta bebi da de 200 mililitros se prepara alternando zumo de uvas blancas con zumo de uvas negras, para conseguir los efectos de todas las sutancias vitales de ambas va riedades.
Durante el día de cura deben beberse (además de la bebida de la dieta) un mínimo de 1,5 litros de líquido bajo en calorías (por ejemplo, té de hierbas no azucarado o agua mineral), con el fin de eliminar los productos de desecho del metabolismo. Además el lí­quido calma la sensación de hambre.

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